Montefrío: Historia y Vidad de sus Gentes (Años 50 y 60)

Introducción:

La Historia de Montefrío y Vida de sus Gentes nace del amor, del cariño y de la admiración que siento por mi pueblo. No ha supuesto para mí esfuerzo ni sacrificio alguno su realización, sino todo lo contrario, un gran gozo al que me aplicaba en cuanto podía con tal grado de dependencia que no veía la forma de dejarlo. El rememorar aquellos tiempos para escribir cada uno de sus capítulos me provocaba un disfrute y satisfacción tales que quiero hacer partícipe de ellos al lector.

Es un trabajo que no pretende ser un análisis exhaustivo y riguroso con datos y cifras, sino que se centra prioritariamente en los vecinos y en su modo de vida, que es mi propia vida. Para que los viejos recuerden y los jóvenes conozcan la sociedad montefrieña de las décadas de los cincuenta y sesenta. Formas de vida y de trabajo hoy desaparecidos, pero muy importantes en aquella época que nos dan una idea de conjunto de la sociedad de entonces. Una especie de tráiler para la evocación del recuerdo de imágenes que quedaron grabadas en la mente de los montefrieños, de lo bueno y de lo malo, de la realidad de aquellos años, y por consiguiente más malo que bueno. Es por tanto un trabajo de carácter antropológico y costumbrista, una Historia narrada con carácter autobiográfico en algunos de sus pasajes y capítulos.

No obstante, también se ofrecen datos, cifras y nombres con un alto grado de aproximación a la realidad social de aquellos años y que permiten al lector introducirse con la imaginación en el ambiente de aquel Montefrío. Recordar cómo se ganaban sus gentes la vida, las ocupaciones, los negocios, el trabajo en el campo, la cultura, etc. Pero todo ello visto desde la perspectiva de la persona como núcleo central y vertebrador de aquella gran familia. Por eso se utilizan nombres, apodos, porque así se conocía y llamaba a la gente, con la intención de desprender a los datos y cifras de la frialdad estadística, para convertirlos en detalles y rasgos humanos que nos ayuden a lograr una mayor identificación y conexión con las personas y su vida diaria. Personas y familias con sus dificultades, alegrías y tristezas; cuántas y cómo eran, cómo y de qué vivían, y cómo se repartían las tierras y la riqueza. Es como un viaje retrospectivo en el tiempo para trasladarnos cincuenta años atrás, al Montefrío de los años cincuenta y sesenta.

Se ha escogido esta época concreta por su trascendencia histórica como nexo entre un antes y un después de Montefrío, como zona fronteriza de comunicación y de paso de la miseria y el subdesarrollo al progreso y el bienestar. Y porque los que tuvimos la suerte de vivirla hemos sido unos afortunados, privilegio que nos permite hoy contarlo para satisfacción y recuerdo de paisanos coetáneos y conocimiento de generaciones posteriores.

La memoria histórica hay que ejercitarla y alimentarla no para revivir y provocar el rencor y el odio, sino desde la perspectiva de la inteligencia y del amor.

Para aprender de la experiencia a evitar errores provocadores de sufrimiento y para incrementar el cariño a nuestro pueblo a través de su conocimiento. Por ello, los destinatarios del presente trabajo son tanto los testigos de aquella historia como los hijos de éstos y las generaciones futuras.

Se pretende hacer recordar la vida de entonces a los ciudadanos protagonistas de aquellas vivencias, las que ellos conocen bien, para que las tengan siempre presentes y no las olviden, y para que disfruten con su recuerdo como yo he disfrutado. Por otra parte, los jóvenes y todos aquellos que no las vivieron deben conocer esa otra vida, para que sepan que ha existido y puede existir otra distinta a la que ahora tienen, que no es ficción o batallita, sino una realidad casi presente. Y para todos, la historia de una vida con una doble dimensión, tan lejana en calidad y derechos, y tan cercana en el tiempo que casi se puede tocar, aunque aparezca a veces en el rincón más remoto de la memoria.

En definitiva, el objetivo es el de incentivar el interés y el amor por nuestro pueblo a través del recuerdo y del conocimiento, cultivando el sentimiento del ser montefrieño.

La metodología utilizada para su confección ha estado centrada básicamente en el contacto y comunicación con los vecinos, en entrevistas y conversaciones con personas de buena memoria y conocedoras de nuestro pueblo, así como representantes de empresas, entidades y gremios económicos locales. Todo ello complementado y documentado a veces con datos, apuntes y referencias bibliográficas y del Registro Municipal. Por consiguiente, la fuente principal de información e indagación ha estado confiada a la experiencia y la memoria.

Para ello se ha contado también con la ayuda del que he llamado “Consejo Colaborador”, que ha funcionado como fuente informativa a la vez que elemento canalizador de otras vías de indagación. Un grupo de personas amigas, conocedoras por experiencia propia de la vida y pormenores del pueblo, ya que han vivido siempre en él y se han visto obligados a trabajar junto a sus padres y hermanos casi desde que nacieron para sacar su familia adelante.

Como metodología de trabajo también se ha utilizado un procedimiento similar al de la elaboración del Catastro de Ensenada –salvando las distancias y modestia aparte- y siguiendo como guión algunas de sus preguntas, mediante el que se ha elaborado la presente documentación con la radiografía de la economía y sociedad del Montefrío de aquellos años.

Se ha confeccionado un censo de actividades económicas procurando incluir todas las profesiones, empresas y negocios generadores de riqueza y empleo, con indicación de la actividad, ubicación e identificación del personal que trabajaba en ellos, empezando por el propio ayuntamiento y terminando con los quioscos y puestos ambulantes de venta. Con este recorrido por plazas y calles se pretende vivificar con la imaginación el ambiente y movimiento vecinal del día a día de aquellos montefrieños.

Se ofrece una detallada información de cortijos, huertas, ganaderos, comercios, bares, datos de población, emigración, etc. Las profesiones perdidas, funciones del campo, tradiciones, fiestas, música, relaciones de noviazgo, juegos de niñez, etc. nos acercan también cariñosamente a aquel Montefrío desde el conocimiento de su contexto sociocultural.

Se ha incluido un capítulo dedicado a la Iglesia por su papel relevante en la sociedad de la época, con la descripción de algunas de sus actividades y oficios, y con los personajes vinculados y relacionados, algunos de los cuales se ayudaban de ella para vivir.

Como contraste, el abastecimiento público de agua en las casas -se concretó en el ochenta pero se gestionó muchos años antes-, fue un hito clave en la historia de nuestro pueblo que marcó el tránsito de la antigüedad a la modernidad, y por su importancia se ha creído oportuno recordar los pormenores de su tramitación y cómo se las arreglaban las familias sin este bien de primera necesidad en sus hogares.

Con la intención de hacer más atractiva y agradable su lectura, así como la de lograr introducir al lector en su contenido, se ha aderezado su narración con descripción de personajes, fotografías, anécdotas y detalles humorísticos –reales todos-; señas de identidad que muestran a los montefrieños tal como éramos y creo que seguimos siendo.

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