Los políticos alemanes se ponen de acuerdo para gobernar

Los políticos alemanes se ponen de acuerdo para gobernar

Die GroBe Koalition

Otra vez los alemanes nos han puesto la muestra. El SPD, los socialdemócratas, y los conservadores CSU y CDU de Merkel, han decidido en un proceso impecable de democracia el tercer acuerdo de gran coalición. En un comportamiento ejemplar, ambos han antepuesto los intereses de Alemania a los suyos propios, a los del partido y a los personales.

El acuerdo previo de los dirigentes ha sido respaldado por las bases de los partidos, lo que demuestra, por una parte, plena sintonía entre los mismos, que los líderes representan realmente a las bases, que ambos coinciden en responsabilidad y sentido de estado, y por otra, que los militantes confían en sus dirigentes. En Alemania hay políticos y ciudadanos con altura de miras; ¡qué envidia me da, cuánto me gustaría a mí poder decir lo mismo de España. Aunque en España, los políticos también representan a los ciudadanos, porque de no ser así tendríamos otros políticos.

Hay que recordar que en las pasadas elecciones generales los socialdemócratas obtuvieron el peor resultado de la historia reciente alemana, y lo achacaron a su acuerdo de gobierno de coalición con los conservadores, por lo que se prometieron no repetir esa experiencia. Pero dichos resultados tampoco permitían a la ganadora Merkel configurar un gobierno fuerte y estable con el que afrontar los grandes retos de su país y de Europa. Ante esta situación de bloqueo y de incertidumbre para el país, ambas formaciones han conseguido un acuerdo que da tranquilidad y estabilidad a los alemanes.

Creo que en ese espejo deben mirarse los políticos españoles, en la responsabilidad y seriedad de los políticos alemanes. Aunque no ha sido fácil la iniciativa ni la negociación para conseguir el acuerdo. Ambos han tenido que ceder mucho para conseguirlo, han rectificado y se han tragado sus palabras anteriores, y han frustrado sus propósitos por el bien de los ciudadanos. Y ambos están siendo también objeto de fuertes críticas, de crisis internas, y los responsables se dejarán muchas plumas en esta refriega (el presidente del SPD, Martin Schulz, que había sido elegido por unanimidad diez meses atrás, asumió responsable y dolorosamente su dimisión de forma inmediata para evitar debates personales de cargos y centrarse en el contenido del acuerdo). Pero lo primero es antes, como decía el cortijero montefrieño, lo esencial, como ahora ha dicho Andrea Nahles, la sucesora de Schulz en la presidencia. Los políticos españoles deben saber que el tiempo de las mayorías absolutas ha pasado, que ya no se volverá a gobernar en la relajada comodidad de hacer lo que se quiera sin tener en cuenta la opinión de nadie, ni de mantenerse en la facilidad de la crítica, esperando tranquilamente nuevos comicios. Ahora hay que presentar resultados, gestión de programa electoral en beneficio de los representados y votantes en general. Veremos qué pasa con la educación, ley electoral, reforma Laboral, pensiones, empleo, etc.

Decía Largo Caballero que los socialistas debían estar y aprovechar todas aquellas estructuras de poder que les permitieran defender y trabajar por el bienestar y los derechos de la clase pobre y trabajadora. Los socialdemócratas alemanes, habiendo perdido las elecciones, han conseguido para este propósito seis ministerios, entre los cuales se encuentran la gran cartera de finanzas, interior y la vicecancillería general, así como el 60% de políticas socialdemócratas que están incluidas en el documento de acuerdo. Ganadores y perdedores salen beneficiados del acuerdo, y con ellos, principalmente, el pueblo alemán.

Enhorabuena, y a ver si vamos aprendiendo.

 

Chove, Granada, marzo de 2018