Otra forma de hacer política
Las causas de la situación de bloqueo en la que se encuentra inmersa España en los últimos meses vienen de años atrás, del comienzo del nuevo tiempo democrático. Es la consecuencia de la implantación y desarrollo de un sistema político que fue exitoso e imprescindible para la transición, pero que con la consolidación de la democracia y el paso del tiempo ha quedado desfasado y se ha vuelto pernicioso. Hablo de la alternancia de poder y de gobierno de los grandes y viejos partidos nacionales, y de la situación acomodaticia que ha llevado a éstos.
Los grandes partidos nacionales, PSOE y PP, llevan años desconectados de la realidad de España y desoyendo las demandas de la ciudadanía, mirándose el ombligo, confiados en la seguridad del voto de sus afiliados y simpatizantes y acomodándose en la tranquilidad de la alternancia de gobierno. Pero la situación tiene un límite, y las nuevas generaciones, que no sienten el vínculo partidista histórico tradicional familiar ni viven el sentimiento de pertenencia incondicional a un partido u otro, y acosados por la imperiosa necesidad de vislumbrar un futuro esperanzador de realización laboral, personal y familiar, han explosionado explorando nuevos instrumentos orgánicos y alternativos, dando lugar a la emergencia de nuevas formaciones políticas y obligando a una nueva forma de ejercer la función pública, a gestionar la gobernanza desde el acuerdo y la negociación, y centrando la acción política y de gobierno en los ciudadanos como objetivo único. Pero nuestros políticos están demostrando no estar preparados para esa nueva forma de hacer política, no saben hacerla.
Chove, octubre de 2016