Qué pretende Pedro Sánchez

Qué pretende Pedro Sánchez

El otro día, en una entrevista, Alfonso Guerra hizo alusión a las negociaciones del gobierno con los independentistas. Ante este comentario, el periodista le dijo que el gobierno negaba tales negociaciones, y Guerra concluyó preguntando con sorna ¿y usted se lo cree?

No creo que haya en España nadie que tenga el menor atisbo de duda de que Sánchez está negociando y pagando la ayuda recibida del separatismo a su investidura como presidente y a la colaboración que espera recibir para la aprobación de los presupuestos, y poder con ello continuar un tiempo más en el poder.

Repasando su comportamiento con el secesionismo desde su toma de posesión cuesta creer que todo se haga por solucionar el problema territorial en Cataluña. Aunque todo se pretenda justificar como política de gestos, mano tendida, diálogo, etc. resulta difícil ver la validez de su estrategia. Veamos:

*En el primer Consejo de Ministros se acuerda dejar de controlar las cuentas de la Generalitat, concretamente se suprime la supervisión y autorización de los pagos de la administración catalana. Ya pudo el Gobierno Catalán volver a manejar el dinero a su antojo: subvencionar asociaciones, contratar campañas publicitarias, financiar nuevas embajadas, etc.

*En el verano se autoriza el traslado de los presos a las cárceles de Cataluña; los que violaron la Constitución y declararon la independencia. Desde entonces vienen utilizando privilegiadamente aquellas instalaciones, convirtiéndolas en salas y despachos de gestión política permanente.

*Como vergonzoso e injusto se podría calificar el comportamiento del Ministerio de Justicia ante la demanda interpuesta por Puigdemont al juez Llarena en los juzgados de Bélgica. Una demanda en represalia por aplicarle la legislación española a sus tropelías e intento de golpe de estado. Se le dejó solo al juez, “como un ciudadano más”, según la ministra.

*Se vuelven a poner en funcionamiento todas las embajadas catalanas clausuradas en el exterior y se actúa con tibieza y tolerancia ante la creación de otras nuevas, abiertas sin los informes preceptivos. Todo ello, a pesar del estrecho seguimiento del ministro Borrell, que ha exigido más control y ha alertado al presidente de que están siendo utilizadas para volver a lanzar una campaña de descrédito de España y de captación de apoyos internacionales al separatismo.

*Tibieza, tolerancia y comprensión ante la política nazi de lazos amarillos, mediante la cual se ocupaban los espacios públicos adueñándose de los mismos los separatistas, al tiempo que se discriminaba y señalaba objetivamente a los ciudadanos que no pensaban como ellos. Como la estrella de David con el fondo amarillo que inventaron los nazis para identificar a los judíos, pero, al contrario, para identificar a los que no llevaban el lazo amarillo.

*Se continúa con el adoctrinamiento en las aulas y a la sociedad en general catalana como medio de formar independentistas a medio y largo plazo, sin que se sepa de actuaciones de control, freno o reacción por parte del Gobierno español.

*Se continúa con el ya histórico control de los medios de comunicación catalanes (junto a la escuela, las dos principales fábricas de separatistas), que están siendo comprados o subvencionados por el Gobierno de la Generalitat para, según rezaba en el Programa 2000 de Pujol, “lograr que los medios de comunicación públicos dependientes de la Generalitat sigan siendo unos transmisores eficaces del modelo nacional catalán”. Y el Gobierno español mirando para otra parte.

*El Gobierno incorporó a Consuelo Castro como nueva abogada general del Estado, y esta ha destituido a Edmundo Bal, jefe del departamento de penal, todo ello para cambiar la acusación a los responsables del procés del delito de rebelión por el de sedición, con la finalidad de suavizar las futuras penas tras el juicio y como señal de buena voluntad para conseguir el respaldo independentista a los presupuestos.

*Por si fueran insuficientes estos gestos y muestras de simpatía, varios ministros y la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, se han declarado partidarios de un indulto a los políticos catalanes presos, cuando aún no se ha iniciado el juicio a los mismos, interfiriéndose descaradamente a su favor ante el proceso judicial.

*En línea con lo anterior, varios ministros del Ejecutivo central, incluido el propio presidente, han venido mandando sugestivos mensajes a los magistrados sobre la conveniencia de terminar con la prisión preventiva del exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y el resto de exmiembros del Govern encarcelados.

*El Gobierno de España accede a la petición de la Generalitat de celebrar una “cumbre entre gobiernos” en Barcelona, una reunión de Estado a Estado, donde le ofrece la inclusión en los presupuestos de inversiones millonarias en Cataluña, se compromete a crear una mesa de diálogo a dos bandas para tratar la recuperación de partes del Estatuto anuladas por el Constitucional, así como otras medidas difusas sobre consulta en referéndum a los catalanes sobre autogobierno. En esta cumbre de diciembre, Torra le responde con un documento de veintiún puntos que el gobierno no se ha atrevido a dar a conocer hasta febrero.

*Y finalmente, Sánchez accede a la exigencia de un mediador-relator en las ya claras negociaciones entre los dos Gobiernos (pues en un diálogo o una conversación no se precisa de ningún intermediario). Con ello el secesionismo humilla al Gobierno y a España, pretendiendo mostrarse de tú a tú, entre Estados, y considerando a España como un país bananero, con un Gobierno sin palabra y del que no se pueden fiar, y que para sentarse a hablar con ellos se precisa de la supervisión y mediación internacional.

 

¿Qué pretende Sánchez, pues, con este tipo de políticas, la rehabilitación independentista o su permanencia en el poder? ¿De verdad cree que reconducirá la actitud secesionista? ¿No está viendo que todas sus concesiones se utilizan como rearme? ¿No se ha dado cuenta todavía de que es imposible el entendimiento con individuos que están programados mentalmente para no entender otra cosa que no sea la independencia?

¿Cómo van a hablar de España si a ellos España les importa un pimiento?

 

Chove, febrero de 2019

One thought on “Qué pretende Pedro Sánchez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *