Presentación Tte. Alcalde – Delegado de Cultura

La tradición oral, sobre todo en la música, ha sido, es y será uno de los elementos de análisis más interesantes para conocer la idiosincrasia de un pueblo y de sus gentes, sobre todo para conocer la historia social y la evolución de la comunidad.

La vida trabajadora, monótona y falta de libertades en el franquismo se veía alterada cada cierto tiempo, y se desarrollaban unas épocas que tenían estructuras arcaicas, tal vez asentadas en fiestas tan importantes como las calendas de febrero en honor de Helerno, o los Idus de febrero , con su parentalia, en que se suspendían los matrimonios, continuada con la fiesta de las lupercales, que se cerraba en los quirinales, cuyo último día era la fornacalia. Esta fiesta no tenía fecha fija de celebración, ya que cada Curia la celebraba en el día en que se le hubiera anunciado que debía hacerlo. Este día, al que se denominó con el burlesco apelativo de «STULTORUM FESTA» o Fiesta de los Tontos, será transformada en el Carnaval cristiano.

Esta alteración de la rutina diaria intentaba evitar la censura, y con sus coplillas, que a veces podían parecer inofensivas, en modo cierto eran verdaderos tratados de la realidad social del municipio, que atacaban las líneas de flotación del poder social y reflejaban, cual diario permanente, los hechos y acontecimientos más importantes, no solo del municipio, sino de la comarca.

En estas canciones vamos a encontrar la trivialidad mezclada con la fuerza ideológica, la alegria mezclada con la pena, o sea, vamos a encontrar la realidad de Montefrio durante todo un siglo. Así que disfrutemos de su lectura e intentemos cantarla junto a hijos y nietos, reflejándo el orgullo de unas generaciones que supieron ser felices a pesar de las circunstancias.

En este texto-partitura, Pepe Guzmán nos hace una narración de un pueblo, por boca de sus ciudadanos y ciudadanas. Ahora esta memoria histórica colectiva quedará plasmada en negro sobre blanco, convirtiéndose en un interesante tratado de ciencias sociales, donde podremos atisbar lecciones de economía, sociología y antropología.

Este documento es un paso más en la reivindicación de la tradición oral del pueblo montefrieño, como algo que fundamente las estructuras sociales de la localidad y que forman los pilares del enorme patrimonio inmaterial que MONTEFRIO ha aportado a la humanidad. No olvidemos que “Los montefrieños queremos volver a ser lo que fuimos, hombres de luz, que a los hombres, alma de hombres les dimos”.

Animo a leer con el corazón este trozo de memoria histórica colectiva, a reír, a soñar con el recuerdo de nuestra tierra, y reivindicar que este sea un “libro de texto” más de nuestras futuras generaciones. Y que esta lectura y las audiciones que se van a producir nos produzcan las mayores sensaciones de paz, esperanza, bienestar, encanto y magia, en cualquier momento de nuestro día.

Disfrutad con su lectura, y gracias por el trabajo recopilatorio tan interesante y de tanta importancia para la ciudadanía montefrieña.

                                     

                                               Rafael García Ávila

                             Tte. Alcalde Delegado de Cultura