Es para mí un honor estimado lector firmar el saluda de este libro. El trabajo de escribir no es fácil, da mucho miedo enfrentarse al mayor temor de un escritor, la página en blanco. Cuando José me encomendó la tarea de escribir en su libro, ese miedo lo hice mío, y como no se decir que no, acepté, aunque mi pensamiento fue ¿y ahora que escribo yo? ¿Hablo del autor?, ¿de su historia?, o ¿introduzco el tema del libro? Dicen que escribir es desnudar el alma, por eso amigo José me gustaría darte las gracias. Gracias por querer que mis palabras abrieran tu último hijo, sé que no soy un erudito escritor, ni nadie
que no sea un efímero representante de la voluntad popular del pueblo. José me enseñas mucho cada día, y escucho tus palabras y consejos con detenimiento. Tus palabras son sabiduría, esa que te da la experiencia de la edad y lo vivido. No son solo tus consejos políticos, sino tus palabras ante el peor episodio de mi vida, el infarto de mi padre. Me diste ánimo y esperanza, te preocupaste y te volcaste con nosotros, a pesar de que nuestra relación no iba más allá de un saludo cordial al cruzarnos en la calle, eso lo tendré siempre en mi corazón. Dejando de lado los preámbulos y agradecimientos, como Concejal de Cultura y Fiestas me apasiona tu interés por estudiar los pormenores de Montefrío. Pudiera parecer que en los tiempos que vivimos todo estuviera estudiado, pero no, siempre consigues sorprender. La temática de este libro creo que enamorará al lector y es que José se ha fijado en un fenómeno que el resto de vecinos pasamos por alto, debido a nuestros quehaceres diarios. ¿Por qué nuestra iglesia tiene la orientación diferente? ¿Qué la hace tan especial? A todo esto, espero que el lector encuentre respuesta
al terminar el libro.
Juan Antonio Peregrina Coca
Concejal de Cultura de Montefrío